Ingresé al Colegio Militar por consejo de mi padre y mi Abuelo. Mi abuelo fue profesor fundador del CMLP. Venía de estudiar del colegio católico Champagnat en Miraflores, distrito donde viví desde que nací. Mi primera sección fue la sexta de tercer año, luego quinta y quinta donde coseché muy buenas amistades.

La formación del colegio me ayudó mucho durante mi vida profesional. Por ejemplo, cuando luego de recibido como abogado decidí asimilarme a la Marina de Guerra como oficial del cuerpo jurídico. Nuestro entrenamiento de inducción fue en infantería de Marina donde se requería un temple especial por el rigor de los entrenamientos,lo que me resultó más fácil conseguir por la disciplina obtenida en el colegio. Igualmente me sirvió cuando tuve que asumir la lucha contrasubversiva como juez militar para lo cual se necesita una templanza firme que también me la dió el colegio. Luego ya en la vida civil en funciones como juez penal me sirvió como referente nuestro lema de disciplina,moralidad y trabajo.