Cuando estaba en primaria, jugando con los muchachos de mi barrio en Chacra Rios, llego un grupo de jóvenes mayores que nosotros y nos obligaron a dejar el parque donde jugábamos porque a ellos se les había ocurrido jugar a esa misma hora, uno de nosotros se resistió a hacerlo, y en seguida quisieron obligarlo dos de los tipos claramente mayores y amenazando, ya nos resignabamos a retirarnos, cuando un joven, quizá de la misma edad de los recién llegados, se interpuso y enfrentó a los dos abusivos, quienes se retiraron.

Algunas personas mayores que vieron el incidente, le agradecieron al joven su intervención y como nadie lo conocía, una de las señoras del barrio le pregunto si el era alumno del colegio secundario cercano, y él contesto que era estudiante del CMLP, fue así que nació mi interés por el colegio.

Estando en 2do de secundaría le pedí a mi padre postular al Colegio del que realmente sabia poco. Mi padre que siempre me apoyó en lo que deseaba, se entusiasmo e hizo realidad mi ingreso. Realmente no tenía ningún antecedente de la vida militar, y apenas ingrese al colegio me afectó de gran manera, no solo el estar internado, sino bajo un régimen del cual nadie me había hablado antes.

Con mis 14 años y solo dos días después de estar interno, había decidido pedirle a mi padre que me retire, ya que siendo marzo de 1973 podría seguramente conseguir matrícula en mi antiguo colegio de donde no debí salir. Esa idea me consoló los siguientes días, hasta que llegó el primer día de visita, y cuando pensaba hablar con mi padre sobre mi decisión, mi familia había ido con algunos amigos, a quienes mis papas, los habían llevado para que conozcan el colegio sino que ya estaban comentando lo contentos y orgullosos que estaban de mi, por haber decidido ser Leonciopradino. No me atreví a decepcionarlos y postergué mi conversación para más adelante, pero los días transcurrieron y claro el régimen seguía no gustándome, pero comencé a hacer amigos, y el hecho de convivir las 24 horas del día, comenzamos a entablar una amistad que perduraría por años.

Como a todos mis promocionales, vivimos las más extraordinarias experiencias, que seguramente como a ni, marcaron nuestras vidas, fueron 3 años, intensos, donde tuvimos la oportunidad de crecer y educarnos bajo nuestro lema de Honestidad, Trabajo y Disciplina, que nos han marcado nuestras vidas, y nos ha servido de base para lograr los objetivos personales y profesionales. Logramos, quizá algo que no es muy común para jóvenes en época de colegio, logramos grandes Amigos, (considerados mis hermanos), nunca tuve un hermano de Padre y Madre, en mi familia somos 4, mis 3 hermanas y yo.

Si bien no pudimos profundizar nuestra amistad a toda la promoción, por ser tantos, si fuimos creciendo bajo los mismos principios y hemos hecho una verdadera hermandad a través de los años En mi vida profesional, y tenido la oportunidad de viajar a muchos sitios, y he podido contactar, hasta en los sitios más lejanos a algún compañero, no solo de nuestra promoción sino de otras, que también ha sabido cultivar los mismos valores, y siempre están para ayudar, orientar, o acompañar.

Mi familia, no deja de sorprenderse, que siempre podamos estar ahí para nuestros hermanos de colegio. Alto el Pensamiento